La ministra argentina de Economía, Silvina Batakis, anunció el lunes varias medidas para tender al equilibrio fiscal pactado con el Fondo Monetario Internacional en un acuerdo de refinanciación de la deuda contraída con ese organismo.

Batakis dijo en una rueda de prensa que el gobierno debe “dar cierto orden y equilibrio a las finanzas públicas” una vez pasada la crisis que generó la pandemia del nuevo coronavirus, cuando el sector público tuvo que afrontar gastos imprevistos.

La economista asumió el cargo hace una semana tras la renuncia de Martín Guzmán por la falta de respaldo de un sector de la coalición del gobierno peronista que responde a la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández (2007-2015) a su plan para reducir el déficit fiscal y controlar la inflación, que desde principios de año alcanza casi 30% .

Batakis dijo que una de las medidas consistirá en que las cuotas mensuales del presupuesto que su ministerio otorga a la administración pública nacional “van a ser solamente acordes con la proyección de caja real, es decir, no vamos a gastar más de lo que tenemos”.

La funcionaria también anunció que se impulsarán cambios en la legislación para que todos los organismos del sector público sean alcanzados por un “manejo eficiente del presupuesto”. Para ello se creará “un sistema de cuenta única” para que todas las erogaciones en efectivo de las distintas dependencias estatales salgan de una caja central y se ampliará el congelamiento de la contratación de personal en el Estado.

La designación de Batakis fue consensuada entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta para superar el enfrentamiento que mantienen sobre el rumbo económico en un contexto de acelerada inflación y una pobreza que alcanza a más del 37% de la población.

Cuando Batakis asumió el cargo los analistas pusieron en duda que la reducción del gasto fuese su verdadera intención -al considerada una economista con perfil heterodoxo afín a Fernández de Kirchner- y los mercados financieros reaccionaron negativamente. Pero la flamante ministra intentó despejar los temores manifestándose del equilibrio fiscal.

Uno de los interrogantes es si el rumbo económico de Batakis cumplirá las metas pactadas con el FMI en el acuerdo de refinanciación de una deuda de unos 45,000 millones de dólares firmado en marzo.

Ese pacto implica una reducción del gasto público que era rechazada por la vicepresidenta, quien ha cuestionado en diversas ocasiones las políticas de ajuste del organismo.

Recientemente, y a causa del impacto de la guerra y el incremento de los precios los combustibles, Argentina y el Fondo acordaron modificar las metas trimestrales de déficit y de acumulación de reservas, pero manteniendo sin cambios los objetivos anuales del programa.

Batakis, quien pocos días atrás mantuvo conversaciones con las autoridades del FMI, dijo al respecto que se mantienen los compromiso para este año, que entre otras cosas contemplan un déficit fiscal primario del 2.5% del Producto Interior Bruto (PIB).

FUENTE: Associated Press