Lino Martínez tenía 32 años. El año pasado empezó a trabajar como chofer de una empresa subcontratista que llevaba trabajadores a la mina de cobre. Murió en un hotel donde había cerca de 500 compañeros en cuarentena por el coronavirus.

Le hicieron la prueba y todavía no saben si era positivo.

“ El sábado le hicieron la prueba. No hubo atención médica el domingo, no había doctor, ni enfermera. Ellos estaban solos”, contó Cristina Martínez, hermana de Lino.

“ Se sentía agitado. Me dijo que le dolía la cabeza, que tenía fiebre”, compartió Liseth Martínez, también hermana de Lino.

Su muerte desató la semana pasada un cruce entre el Minsa y la minera sobre quién debía darles atención a las personas en el hotel de cuarentena. La familia Martínez quiere saber por qué si tenía síntomas no fue llevado a un hospital.

“ Siento una impotencia muy fuerte porque para mí, a él lo dejaron morir. Por él no hicieron nada”, añadió Liseth.

Desde la minera sostienen que los que tuvieron contacto con personas afectadas fueron enviados a hoteles bajo protocolos del Minsa, aunque el Minsa asegura que la responsabilidad de atención médica en los hoteles de cuarentena era de la minera.

En casos como el de Lino, la minera sólo afirmó que trabajan en conjunto con sus empresas contratistas para que cumplan con las normas establecidas.

El Minsa dice que las investigaciones sobre la muerte de Lino aún continúan.

“ En el caso de Colón, el reporte que se hace es directamente de algunos casos de la minera, dónde se ha tenido un conglomerado dónde se reportan casos continuamente. Quiere decir que es uno de los puntos claves para dar seguimiento e interrumpir esa cadena de contagios”, detalló Rodrigo De Antonio, asesor del Comité COVID-19.

Pero la familia Martínez sólo quiere respuestas, saber qué pasó con Lino.