El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a Panamá tener un plan de consolidación fiscal plurianual creíble, con el objetivo de reducir el déficit fiscal del Sector Público No Financiero (Spnf) a 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB) y evitar la posibilidad de pérdida del grado de inversión por parte de las calificadoras de riesgo que aún lo mantienen.

Según el informe sobre Panamá del FMI el país se ha recuperado con fuerza de la pandemia de coronavirus (COVID-19), pero se proyecta que el crecimiento en 2024 disminuya.

El organismo internacional señaló que los riesgos clave para Panamá incluyen la pérdida del grado de inversión y un nuevo aumento de los costes de financiación.  Agregando que, “ser una economía dolarizada aumenta la importancia de mantener la sostenibilidad fiscal y la estabilidad financiera”.

El FMI reconoció que “Panamá ha logrado avances significativos en la reducción de su déficit fiscal, el cual disminuyó del 10.0% del PIB en 2020 al 3.0% del PIB en 2023, aunque ayudado por fuentes de ingresos excepcionales.

No obstante, advirtió que al país le será difícil cumplir con la meta de déficit fiscal del 2.0% del PIB para 2024, tomando en cuenta que el país requerirá fondo para sufragar la inversión pública contemplada en el Presupuesto General del Estado.

En este sentido, el FMI estima que Panamá registrará un déficit fiscal del 4% del PIB en 2024, el cual sería adecuado desde una perspectiva cíclica y evitando una compresión demasiado grande de la inversión y permitiendo un ajuste más gradual a la pérdida permanente de ingresos fiscales que debían ser generados por la minería.

Sin embargo, advierte que, “si el déficit se mantiene en torno al 4% del PIB en los próximos años, no habría una mayor caída del ratio de deuda, dejando las finanzas públicas vulnerables a nuevos shocks”.

Frente a esta situación el FMI consideró que la estrategia de finanzas públicas para 2025 debería contener un plan de consolidación fiscal plurianual creíble para reducir el déficit del Spnf objetivo del 1.5% del PIB para 2027 y advirtió que “sin un plan creíble, el riesgo de mayores bajas de calificación es alto, lo que aumentaría los costos de financiamiento y exacerbaría posibles efectos adversos”.

Los gobiernos de Estados Unidos (EE.UU.) y Panamá firmaron un memorando de entendimiento en el que la Administración estadounidense «se compromete a cubrir el gasto de la repatriación» de migrantes que ingresen ilegalmente a territorio istmeño a través de la selva de Darién, la frontera natural con Colombia que es empleada por cientos de migrantes.

El documento firmado por el ministro de Relaciones Exteriores de Panamá , Javier Martínez-Acha, y el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, contempla que el gobierno estadounidense cubrirá el gasto de la repatriación de los inmigrantes que entren ilegalmente por Darién, estimado en unos $6 millones anuales.

Según un comunicado emitido el gobierno panameño, este memorando sobre «asistencia y cooperación» en asuntos migratorios «permitirá cerrar el paso de inmigrantes ilegales por Darién, un tema que se convirtió en una grave crisis humanitaria».

El texto del acuerdo, indica que se busca “apoyar a Panamá con equipos, transporte y logística de extranjeros detectados dentro de los flujos migratorios en contravención de las leyes migratorias de Panamá», que estarán «sujetos a medidas administrativas migratorias de conformidad con el derecho panameño».

Panamá, por su parte, se comprometió en el memorando «a cumplir con todos los acuerdos y convenios internacionales sobre los derechos de los inmigrantes y aquellos en condición de refugiados».

En lo que va de año, más de 195,000 migrantes han atravesado la selva de Darién.

El ministro designado de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, admitió que debido a la crítica situación económica y financiera que enfrenta el país, Panamá tendrá que recurrir a los mercados internacionales para garantizar los recursos necesarios para financiar el Presupuesto General del Estado, tanto este año 2024, como en el 2025.

Chapman admitió que la situación financiera del país es difícil, por lo que la nueva Administración se centrará en aumentar las recaudaciones fiscales para paulatinamente depender cada vez menos del financiamiento externo (deuda externa), de forma de mejorar algunos indicadores como la relación deuda pública/Producto Interno Bruto (PIB) y la relación entre la duda pública y el flujo de caja del Estado panameño.

Insistió en que la idea es mejorar el flujo de caja para que el país tenga que depender cada vez menos del endeudamiento público, sin embargo, aclaró que, por lo pronto, para los años 2024 y 2025, Panamá tendrá que volver a recurrir a los mercados internacionales para garantizar los recursos necesarios para la ejecución de los presupuestos estatales.

“El objetivo a largo y mediano plazo es recurrir a los mercados internacionales sólo para re financiar deuda que se vende, mas no para financiar ineficiencias”, enfatizó Chapman.