Economía
Préstamos personales de bajo monto representaron el 41.6% del saldo total de créditos del sistema bancario a enero de 2025, según APC Experian
En los últimos años, tanto en entidades bancarias como financieras, se ha observado una tendencia creciente en la concesión de nuevos préstamos personales de menos de $1,000.
Este comportamiento refleja la necesidad de muchas familias panameñas de cubrir gastos adicionales a través de financiamientos de bajas denominaciones, representando el 41.6% del saldo total de créditos del sistema bancario a enero de 2025.
Según datos suministrados por los agentes económicos a la plataforma de APC Experian, en 2021 se aprobaron un total de 236,594 préstamos personales menores a $1,000, mientras que en 2024 se otorgaron 400,634, lo que representa un incremento del 69% en los últimos tres años.
Estos préstamos se concentran principalmente en el sector de financieras, conocido por impulsar créditos en este rango.
Sin embargo, también se ha percibido un incremento en el sector bancario, que en los últimos años ha implementado estrategias de negocio para fomentar este tipo de financiamientos, utilizando, por ejemplo, sus canales digitales.
Así, podemos observar que las entidades bancarias en 2021 aprobaron solo 29,266 créditos menores a $1,000, mientras que en 2024 se entregaron 67,940 créditos, lo que representa un crecimiento del 132%.
En el sector bancario, en 2024 se observó que la mayor cantidad de estos créditos se otorgaron durante los tres primeros meses del año, posiblemente atribuible a los gastos asociados con la compra de útiles escolares, uniformes y matrículas, así como a los preparativos para actividades de verano y carnaval, que incluyen viajes, hospedaje y eventos sociales.
A enero de 2025, el saldo total de la cartera de préstamos personales se ubica en $1,579,963, de los cuales $657,133 corresponden a créditos menores a $1,000, es decir un 41.6% del saldo total de los créditos personales vigentes.
Según APC Experian, en este contexto, es fundamental adoptar prácticas de salud financiera que permitan a las familias manejar sus recursos de manera eficiente y evitar el sobreendeudamiento.
La planificación y el ahorro son herramientas clave para asegurar que los gastos programables, como los escolares o las actividades de esparcimiento como los carnavales, no comprometan la estabilidad económica del hogar.