En cada esquina del país, las abarroterías o minisúper forman parte del día a día de las comunidades y barrios. Son el lugar de abastecimiento más cercano para muchas familias, pero también se han convertido en el blanco de delincuentes que las asaltan con frecuencia.

En el distrito de San Miguelito, específicamente en el sector de Nuevo Veranillo, el temor se ha instalado entre comerciantes y residentes. Una dueña de minisúper, quien prefirió no hablar frente a cámaras por miedo a represalias, confesó que ha tenido que reforzar la seguridad de su negocio.

“Nosotros contratamos policía. El área de San Miguelito es un poco caliente. En la noche cerramos a las 9:30, pero la seguridad es todo el día con la policía”, expresó bajo el anonimato a TVN Noticias.

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Tony Jiang, representante de la comunidad china en Panamá, solicita que haya mayor seguridad pública, ya que constantemente los comercios denominados popularmente como “chinos”, al ser operados por asiáticos, son atacados por los asaltantes.

Los comerciantes han instalado cámaras de videovigilancia, que han sido clave para identificar a los delincuentes. Sin embargo, los robos continúan.

El miedo no solo afecta a los dueños de los negocios, sino también a los clientes. Algunos residentes aseguran que han dejado de comprar en estas tiendas por el alto riesgo de asaltos.

“Me da miedo entrar al minisúper porque pienso que va a venir cualquier delincuente detrás, porque eso no tiene hora, es en un segundo que puede ocurrir todo”, expresó una moradora del área.

En algunos casos, los robos han terminado en tragedia. Un caso alarmante ocurrió en un minisúper de Arraiján en diciembre, donde un guardia de seguridad de nacionalidad nicaragüense fue asesinado durante un asalto.

Mientras algunos comerciantes encuentran formas de mantenerse a salvo, otros han optado por cerrar sus negocios ante la falta de garantías de seguridad.

Tanto comerciantes como vecinos hacen un llamado a las autoridades para que refuercen la seguridad y realicen más rondas policiales en estos establecimientos.

A pesar del crecimiento de supermercados en el país, las abarroterías siguen siendo la opción más accesible para las familias panameñas, especialmente en comunidades alejadas de las vías principales y también en barrios populares, categorizados como “áreas rojas”.

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Con información de Luis Mendoza