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Abusos contra menores aumentan en medio del encierro por pandemia

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Los casos de abuso a menores de edad, ya sea por maltrato físico, sexual o psicológico, continúan en medio de la pandemia y cada vez aumentan las denuncias.

Cada día las personas hacen más denuncias, algunas de ellas sobre personas cercanas a los albergues de menores o de vecinos que, incluso, han podido observar cómo los niños son maltratados.

La subcomisionada de la Policía Nacional, Yesenia Pineda, dijo que es necesario detectar cuándo un padre, familiar o cuidador está  corrigiendo al menor y cuándo existe realmente un abuso.

Pineda dijo que el padre o cuidador puede corregir, pero golpear muchas veces a un menor, hasta el punto de dejarle marcas, entra en el nivel de un maltrato y esta práctica es necesario detenerla.

Añadió que en medio de las campañas que se llevan dentro de la Policía  Nacional, se han podido percatar que el adulto lo hace, porque fue una conducta aprendida, es decir, que a él o ella le sucedió lo mismo y lo replica  con el menor.

Aunque esto no es nada nuevo, porque por años  se ha dado, es necesario que las personas cercanas al menor lo denuncien, agregó la subcomisionada, ya que en muchas ocasiones al menor le falta valor o no puede llegar hasta donde una persona que realmente lo vaya a escuchar, comprender y, sobre todo, creer.

Entre los casos que atiende la Policía Nacional y de Niñez, cuando el abuso se da por parte de otro familiar que no es el padre o la madre, el menor tiende en ocasiones a hablar, pero sus propios padres no le creen.

Las estadísticas del Ministerio Público (MP) evidencian que desde 2013 hay una significativa tendencia al alza en los delitos contra la libertad e integridad sexual en los menores desde los 0 a 17 años, que incluye como delitos específicos, los de violación, explotación sexual comercial, acoso sexual y pornografía infantil.

Y de los 2,322 casos registrados en 2013, la cifra aumentó a 6,256 en el año 2018.

El psicólogo  Carlos Sánchez asegura que el maltrato hacia el menor, o el abuso psicológico o emocional, no lo determina  el estrato social, ya que se da en todos los ámbitos.

Sin embargo, en un nivel de pobreza se dan más  casos, recalcó Sánchez.

Destacó  que en los meses de abril a octubre, justo en la temporada de escuela, es cuando se registran entre dos a tres casos nuevos en las consultas.

De acuerdo con el psicólogo  y profesor universitario, esto se debe a que el docente se da cuenta por el bajo rendimiento del menor en sus calificaciones y por su conducta.

En el tema de los albergues, hay que tener mucho cuidado, añadió el psicólogo, ya que es necesario que las autoridades estén muy pendientes de la responsabilidad de los cuidadores y cómo se comportan con los menores.

Sobre todo si se trata de muchos, ya que lidiar con niños  es una tarea que conlleva paciencia y no se trata de castigar por castigar, sino de corregir sin tener que agredir.

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