Si hay algo que podemos rescatar de toda la pandemia del coronavirus, en algunos casos, es el ingenio de muchas personas en aprovechar un tanto el tiempo libre que de manera obligatoria se ha estipulado para frenar la propagación del virus.

Algunos se han dedicado a la cocina, otros a trabajos de construcción y mejoras en las viviendas o a crear blog personales, mientras que un gran sector a vuelto a lo básico, trabajar la tierra para llevar el pan a la mesa.

Para Ranci Cención, oriundo de Campana, distrito de Capira, en la provincia de Panamá Oeste, la poca libertad para desplazarse producto de la cuarentena a causa del COVID-19, le dio más tiempo para dedicarse a sembrar en su finca.

Ranci, quien contó al diario que es ingeniero en Sistemas de profesión, aprovecha el tiempo en algo productivo, como lo es su amor por la tierra, misma que en estos tiempos beneficia y sirve como sostenibilidad a su familia.

“Si bien, la finca familiar tiene aproximadamente 35 años donde se ha producido plátano, yuca, naranja y maíz , entre otros, ahora con un poco más de tiempo, se han intensificado los trabajos, entre mis familiares y yo”, agregó el campanero.

Cención asegura que quienes incursionan en la agricultura sostenible, necesitan como primer paso paciencia y pasión por ese trabajo, quizás algunos inician con la siembra de hortalizas y poco a poco se van involucrando en la siembra y cultivo de otros productos y la cría de animales como gallinas y puercos.

Hay que tener presente que la agricultura sostenible es aquella que, en el largo plazo, contribuye a mejorar la calidad ambiental y los recursos básicos de los cuales depende la agricultura, lo que satisface las necesidades básicas de fibra y alimentos humanos, por lo que mejora la calidad de vida del productor y la sociedad.

De acuerdo con el productor, también tiene una crías de puercos, y un pequeño proyecto de ganadería y es que de esa manera puede inculcar a sus hijos, como futura generación, a mantener el legado y el amor que se debe tener por la naturaleza y la tierra.

Quienes tienen tierras, la mejor manera de sacarle el máximo provecho es sembrando frutas o criando animales para subsistir.

35

años de tener la finca familiar en Campana en la que trabaja la tierra junto a su padre.

15

o más variedades de frutas hay en todo el lugar. Además de los animales que acompañan el terreno como puercos, gallinas y ganado.
En la finca hemos sembrado de todo un poco, desde yuca, ñame, naranja, mandarinas, maracuyá , guanábana y una variedad de plátanos y guineos. Lo mejor, luego de tanto trabajo y esfuerzo es sentarse a disfrutar de la cosecha junto a la familia.