El problema de las embarcaciones abandonadas es un tema que preocupa al sector marítimo.
Recientemente, en Colón, donde la situación es crítica por la cantidad de barcos abandonados que hay, representantes de instituciones del Gobierno y del municipio, realizaron una inspección para ver qué alternativas se pueden tomar.
Entre los problemas que provocan estas embarcaciones están: impiden el libre tránsito de los barcos que salen y entran al Canal de Panamá o a los puertos que se ubican en la ciudad de Colón, así como representar un foco de contaminación.
Semanas atrás, se acusó del vertido al mar de combustible, que afectó a la isla de Taboga, a una embarcación abandonada. Este caso sigue en investigación.
Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el mundo hay 111 buques con bandera panameña abandonados, sin embargo no se precisa cuántos se encuentran en aguas nacionales.
Resolución
Ante este hecho, el administrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Noriel Araúz, informó que trabajan en un proyecto para ver qué se hace con estas “especies náufragas”.
Y es que, a nivel legal, no se cuenta con un instrumento que regule la materia, reconoció Araúz.
“Estamos trabajando en una resolución, porque no existe legalmente cómo podemos actuar en contra de las embarcaciones que son abandonadas y que afectan la seguridad marítima”, expresó.
Son varias las alternativas que se proponen para estas embarcaciones, como el que formen parte del arrecife, sean hundidas para que se conviertan en hábitat de especies marinas o que sean desarmadas por mano de obra local y sus partes se utilicen en reciclaje.
Sin embargo, Araúz afirma que la idea es poder proceder con estas embarcaciones náufragas y llevarlas a desguace para eliminar el problema.