Pandora, la reconocida marca internacional de joyas, enfrenta seis cargos en los Estados Unidos por incumplimiento de contrato, competencia desleal e interferencia intencional en las relaciones contractuales -entre otros- en una corte del Distrito de Maryland (Estados Unidos).
La demanda presentada el pasado 18 de julio por Mohinani Group -una empresa de capitales panameños que opera varias tiendas de joyas y afines en la región- es contra Pandora Franchising y su filial de la región, Pandora Jewelry Latam.
Mohinani Group estableció en 2013 la marca Pandora en América Latina -en tres países de la región- a través de una inversión financiera sustancial para construir y operar sus franquicias Pandora, contribuir a la publicidad de la marca y desarrollar una buena reputación.
Todo esto fue desconocido por Pandora global al momento de anunciar la finalización unilateral del contrato, y por tanto se la acusa de “prácticas fraudulentas, ilegales y engañosas”, indica la demanda.Según el escrito, los acusados [Pandora Franchising y Pandora Jewelry Latam] orquestaron un plan para “hacerse con las franquicias de Pandora de los demandantes sin una compensación justa y los daños y perjuicios derivados de la conducta inescrupulosa, ilegal, injusta y fraudulenta”.
La demanda añade que Pandora casa matriz y su filial regional orquestaron “falsas reclamaciones para incumplir a los demandantes bajo un falso pretexto para quitarles los beneficios materiales de los acuerdos de franquicia y evitar la responsabilidad por el incumplimiento del pacto de buena fe”.
El principal operador que llevó adelante la maniobra -según Mohinani Group- fue el gerente general de Pandora LATAM Martín Pereyra Rozas, argentino residente en Panamá.
La demanda indica que Pereyra “tramó un plan para hurtar la red multimillonaria de tiendas Pandora” que operaba el demandante para beneficio propio “sin pagar una justa compensación por las tiendas”. “Sería como en un intento de robo contractual del negocio que los demandantes construyeron y operaron”, agrega el documento de demanda.
En riesgo, se encuentra el empleo de unos 80 trabajadores. Al momento de finalizar en forma unilateral el contrato, las tiendas que operaba Mohinani Group estaban al tope de ventas a nivel latinoamericano.
En Panamá, operaban tiendas en varios centros comerciales y en el aeropuerto internacional de Tocumen.