La inquietud estos grupos es que les mejoran las condiciones en las que están y poder seguir su ruta hacia otros países. Mientras que el gobierno ha destinado ya 3 millones de dólares para ayudarlos.

Luego que esta semana los casi 2,500 migrantes que se encuentran varados desde el mes de marzo en la provincia de Darién, durante varios días se salieron del campamento donde se encuentran y comenzaran a caminar hasta llegar a la frontera de panamá con Costa Rica.

Las autoridades de seguridad, migración y Senafront realizaron un recorrido para ver cuáles son las necesidades primordiales de estos migrantes y buscar la forma de darles la ayuda necesaria mientras sigan en el país.

El ministro de Seguridad, Juan Pino, indicó que Panamá es respetuoso de los acuerdos internacionales ha firmado, pero le piden a los migrantes que entienda que la actual situación no es un tema exclusivo del país, sino del mundo.

Se trata de hombres, mujeres embarazadas y niños los que Viven en campamentos improvisados por el Gobierno Nacional.

Ellos se quedaron en Panamá desde que inició la crisis por el coronavirus y no han podido seguir su curso.

Esta inquietud de seguir varados en el país los ha llevado en varias ocasiones a elevar su voz de protestas, a enfrentarse con la policía de frontera e incluso esta semana amenazaron con quemar el campamento de Peñitas en Darién.

Oriel Ortega, director el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) manifestó que las leyes de la Panamá deben respetarse, por lo que lo han conversado con los migrantes, que indica que están inquietos porque quieren seguir su camino a Norteamérica y piensan “que el tiempo se les acaba”.

La directora de Migración, Samira Gozaine dijo que se les pudo colocar agua y otros artículos para poder suplir algunas necesidades primordiales que ellos tengan.

Gozaine explicó que han recibido carpas de organizaciones internacionales para proteger a las migrantes de las lluvias, además de bombas de agua por parte del Sinaproc.

En este albergue hay 15 casos de covid-19 en albergue, hay 578 migrantes en el albergue de Gualaca y aproximadamente 2,000 en el albergue en la provincia de Darién.

 hasta el momento, el gobierno nacional ha destinado unos $3 millones, para cubrir las necesidades de alojamiento, alimentación y salud de los migrantes.

El Gobierno de Panamá tiene la intención de construir un albergue en Darién, con capacidad de 500 personas a través de sistema modular; y otro en Gualaca, provincia de Chiriquí, con capacidad para 1,200 personas.