Aunque no se sabe con exactitud los años que tienen los petroglifos de Soná, provincia de Veraguas, sus antiguos pobladores le atribuyen poderes especiales. Y así se ha mantenido esa tradición local.

El investigador y catedrático de la Universidad de Panamá, Sebastián Aguilar Medina, indicó que poblados cercanos, en algunas épocas, le colocaban velas y le pedían favores. En tanto, otros realizaban procesiones con las piedras más pequeñas. De allí entonces que se deriva el nombre de estas como un mensaje mítico.

Se calcula como que como mínimo pudieran tener mil años y hasta hace poco los habitantes desconocían su existencia. Algunas están al descubierto y otras debajo de la vegetación, casi inaccesible.
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De acuerdo con el también estudioso de la arqueología, fundador y presidente del Grupo Historias de Veraguas, es el joven Abdiel Peñalba, conocido como Barbu TV, quien las cuida con el interés de mostrarla a los interesados.

No descartan un hurto y en caso más drástico temen su destrucción.

Y es que lamentablemente ya algunas fueron destruidas con la idea errada de que tienen oro. Sin embargo, Aguilar acotó que son piedras rituales no son funerarias; por lo cual no van a encontrar tesoros en ellas, tristemente se pierde el patrimonio.

¿Cómo se llega?

día a día pudo conocer que a las piedras santas se llega desde Santiago en transporte público o particular. Como a usted le guste.

De Santiago a Soná donde hay muchos hoteles para hospedarse es aproximadamente una hora de viaje. Luego estando en Soná hay que caminar y cruzar el río San Pablo. Posteriormente hay que trasladarse caminando por un lapso.

Para poder ver otros petroglifos hay que movilizarse en bote por el río San Pablo y río Cobre. También se informó que algunas de estas peñas históricas están en las orillas del río, por lo cual son servidumbres pública y otras están dentro de terrenos privados.

Cada vez se encuentran más piedras, por ahora se estudian siete de ellas.

El recorrido lo realiza el joven Abdiel Peñalba, quien es morador del área. Son diferentes puntos y cada tour demora un día.
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“Cada vez se encuentran más piedras, por ahora se están estudiando siete piedras en Soná, existen otras en otras áreas de la provincia. No se piensa en exposición, pues no se deben mover de los lugares donde están. Son objetos históricos y su lugar es el contexto donde se realizaron. Hay que protegerlas y estudiarlas”, Sebastián Aguilar Medina