El Ministerio Público de Panamá investiga la supuesta violación de dos menores migrantes, de 12 y 16 años, durante su travesía por la peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y el país centroamericano, dijo este martes a Efe una fuente oficial.

“Recibió la denuncia por parte de la Defensoría, y se está dando trámite a la misma”, en una investigación a cargo de la fiscalía de Darién, la provincia panameña fronteriza con Colombia a la que están llegando miles de migrantes en su tránsito hacia Norteamérica.

La Defensoría del Pueblo de Panamá notificó el pasado 20 de abril al Ministerio Público que funcionarios de la entidad en Darién “atendieron el caso de dos niñas migrantes, una de 12 y otra de 16 años, quienes presuntamente fueron víctimas de violación sexual en la trocha entre Panamá y Colombia”.

Las menores estaban acompañadas de sus padres, por lo que “se hizo el acercamiento” con las autoridades del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) para trasladarlas a otra comunidad y brindarles atención por las autoridades competentes, explicó la Defensoría en un comunicado.

El Ministerio Público también dijo el pasado 10 de abril que investigaba la muerte de cuatro migrantes irregulares, tres hombres y una mujer, cuyos cadáveres fueron hallados en el Río Turquesa, situado entre las comarca indígenas panameñas Wargandí y Emberá.

Sobre ese caso, el Servicio Nacional de Migración (SNM) dijo ese mismo día que las víctimas fallecieron “en las últimas semanas” cuando intentaban “ingresar a territorio panameño a través de la selva darienita”, un área inhóspita que ahora vive “el cambio de la estación seca a la lluviosa (…) haciendo aún más difíciles las condiciones” en la zona.

El Tapón del Darién es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, debido a las característica de la propia selva y las inclemencias climáticas, pero también a la presencia de grupos armados y organizaciones narcotraficantes.

Cada año miles de migrantes irregulares de Haití, Cuba, África y Asia, movidos por traficantes de personas, llegan a Panamá procedentes de Suramérica en un flujo que genera cíclicas crisis humanitaria en el istmo centroamericano.

El Consejo Noruego de Refugiados (NRC) dijo el lunes que más de 10,000 personas migrantes y refugiadas esperan en la frontera colombiana -para ingresar a Panamá- a que los Gobiernos de ambos países definan acciones para ofrecerles un tránsito seguro.

Panamá propuso el pasado 9 de abril a Colombia un acuerdo que permita un flujo controlado de migrantes irregulares, que de forma masiva están penetrando por la frontera común en ruta hacia Norteamérica.

Durante el primer trimestre de 2021 ingresaron de manera irregular a Panamá 7,150 migrantes, 4,403 solo en el mes de marzo, sin controles previos de bioseguridad, pese a las disposiciones en materia de salud vigentes en los países por los que transitan, según datos de la Cancillería panameña.

FUENTE: EFE