“El Órgano Ejecutivo quiere ver a la Asamblea como su brazo legislativo y no como un órgano autónomo que tiene derecho a emitir leyes”, fue la expresión del exvicepresidente de la República y expresidente de la Asamblea Nacional, Arturo Vallarino, al opinar sobre la gran cantidad de vetos a proyectos de ley.
El político, quien fue diputado por varios periodos, califica como un tema político y económico, la actuación del presidente Laurentino Cortizo al objetar tantos proyectos procedentes del Legislativo.
“Pareciera que al Ejecutivo lo que le gusta es que ellos manden los proyectos de leyes y los diputados se los aprueben sin ningún cambio”, consideró.
A Vallarino, quien fue enlace entre el Ejecutivo y el Legislativo, cuando gobernó Mireya Moscoso (1999-2004), le parece extraño que en este quinquenio no se observe a los ministros de Cortizo asistir al Pleno de la Asamblea o las comisiones permanentes a defender o sugerir modificaciones a los proyectos.
“Teniendo derecho a voz en las comisiones y en el Pleno, no asisten, de manera que se eviten estas objeciones”, planteó.
Uno de los proyectos vetados en forma total fue el 530, que garantizaba la conectividad y el acceso a internet, propuesto por el diputado oficialista, Tito Rodríguez.
Sin embargo, otro proyecto relacionado con el tema y que cuenta con el beneplácito de la ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, fue prohijado y se encuentra pendiente de debate.
Por el lado económico, Vallarino recordó el veto de los proyectos relacionados con la moratoria, “porque de alguna manera no correspondían con los intereses de los bancos y financieras”.
Por otra parte, ha habido algunos proyectos en los que el presidente no quiere tocar intereses de algunos sectores que se verían afectados con su contenido, señaló el exvicepresidente.
En este punto, se recuerda el proyecto 508, que establecía descuentos en los costos de matrícula y anualidad de los colegios particulares y que provocó fricciones entre gremios empresariales y diputados que lo defendían y, finalmente, el mandatario favoreció a los primeros, al vetarlo en forma total.
Para el empresario y activista social, Roberto Troncoso, no todo lo que aprueba la Asamblea tiene que ser refrendado por el Presidente, con lo que se mantiene el principio de los balances de los poderes.
Sin embargo, es consciente de que en el trasfondo se percibe la atomización del partido gobernante (PRD) con corrientes políticas en pugna.
“Es el fraccionamiento del partido de gobierno que no hace coherencia entre la directiva de la Asamblea, la bancada, las bases y el Ejecutivo”, precisó.
Según la percepción de Troncoso, Cortizo quiere mantener su ley y orden a cualquier costo y pareciera que tampoco le interesa llegar a un arreglo con las diferentes facciones del partido.
“Es una cultura muy errada y no nos estamos dando cuenta que nos miran desde afuera”, dijo.