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'Pandillas dejan secuelas de crímenes atroces'

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La madrugada del viernes 29 de octubre se tiñó de sangre cuando un presunto sicario abrió fuego contra miembros de una peligrosa banda criminal, denominda ‘Los Galácticos’, dentro de un local comercial, dejando como saldo cinco muertos y otros tantos heridos.
No era el único crimen que se reportaba a primeras horas de la mañana de ese día, en la Vía Centenario, autoridades del Ministerio Público (MP) levantaban tres cuerpos con evidentes signos de ejecución; horas antes, criminalística buscaba a los responsables de un acto de sicariato registrado en el corregimiento de Betania, en plena vía pública.
El incremento de las actividades delictivas por parte de las pandillas no es un tema de percepción, así lo reconoció el fiscal contra la Delincuencia Organizada, Nahaniel Murgas.
Murgas admite que en los últimos años se están despertando los delitos, y más aún los relacionados con el tráfico de drogas.
La evolución de las pandillas en los últimos años es un tema de estudio por parte de las autoridades panameñas, principalmente por la influencia que está teniendo el crimen organizado internacional en el país.
Para el 2015, cuando se creó la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada, en Panamá operaban cerca de 260 pandillas. En la actualidad existen entre 140 a 160 pandillas constituidas en el territorio nacional, detalló el fiscal contra la Delincuencia Organizada.
Panamá, Colón y Panamá Oeste son las provincias donde mayormente se ha incrementado la actividad de estas organizaciones criminales, aunque para el fiscal Murgas, no se puede descartar la presencia de pandillas en todas las provincias.
Para ese entonces, las pandillas estaban relacionadas con delitos comunes como hurtos y robos, principalmente en el área donde residían.
En los últimos años, se ha incrementado la gravedad de los delitos relacionados con secuestros, sicariato y el tráfico internacional de drogas.
Murgas sostiene que esa lucha por el control territorial, por el ingreso y envío de drogas a nivel internacional está dejando una secuela de crímenes atroces que han sido investigados por el Ministerio Público, y sus brazos auxiliares como lo es la Policía Nacional.
En la memoria del panameño aún sigue latente la denominada ‘Masacre de La Joyita’, uno de los hechos más sangrientos registrados en un sistema penal.
En este evento, 12 privados de libertad del Pabellón No. 14 fueron masacrados en el 2019, en un enfrentamiento de bandas rivales identificadas como Bagdad y MOM.
Semanas después ya se hablaba de secuelas, cuando una familia fue masacrada en Arraiján, entre ellas, un menor de edad.
En el 2020, otras tres personas fueron ejecutadas en el sector de Chumical, en Vacamonte, en el distrito de Arraiján.
Ese mismo año, se reportó otro triple homicidio ocurrido en los manglares en el corregimiento de El Líbano, en el distrito de Chame.
Las acciones judiciales tampoco se han detenido, en lo que va del 2021 las autoridades han realizado unos 343 allanamientos, logrando la captura de 89 personas vinculadas a homicidios, la cifra más alta desde el 2016 cuando entró en vigencia el Sistema Penal Acusatorio (SPA), indicó el Fiscal Superior de Homicidio y Femicidio de la Fiscalía Metropolitana, Rafael Baloyes.
La vida de un pandillero
Hace un tiempo, Panamá América ingresó a los barrios para escuchar de viva voz de un pandillero cómo es su vida.
El barrio es de “chacales”, hay que vivir con lo que venga, así piensa un joven pandillero.
El menor de 15 años identificado como “Javier” decidió hablar sobre la cruda realidad que viven los chicos que integran una de las más peligrosas pandillas del país.
No cámaras, ni grabadoras fue la condición de este menor de edad, quien quería tener la oportunidad de aclarar todo lo que se se dice de la banda.
La cita fue concertada a través de dos contactos. A simple vista, es un chico a la moda: viste jeans y zapatillas de marca, lleva el cabello corto y engomado con gel; en su cuello se destaca un juvenil collar, pero más sobresalen sus buenos modales y las finas facciones de su rostro. Nadie pensaría que este chico ya ha cometido diversos delitos.
Contó que por ir a la entrevista perdió varias horas para robar, que es lo que comúnmente hace. “Yo consigo lo mío robando y vendiendo droga”, confió el menor. Hace dos años ingresó al mundo de la delincuencia, contó abiertamente con mucha frialdad y sencillez.
¿Qué quieres saber? preguntó varias veces, antes de iniciar con la historia de su vida. El joven dejó su hogar a los 13 años. Su madre, quien vive en Santa Ana, se limita a pedirle que tenga cuidado. La única explicación que le dio a su progenitora fue: “todo es por la causa”.
Debido a la clase de vida que lleva sus únicos amigos son los de la pandilla a quienes conoció cuando jugaba fútbol. “Yo iba a jugar a Santa Rita, ahí conocí a mis amigos”.
Un día fui a un “trance” (un negocio), por el cual un amigo (de 32 años) me iba a dar un dinero; pero, al llegar al lugar otro chico me comenzó a dar “tac” (molestar), recordó.
No conformándose con eso me comenzó a tirar bala.. fue así como inició todo.. por eso entré a “El Pentágono”, contó en su momento el joven pandillero.

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