Perredistas se disputan el control

Los actores de la contienda están en el ruedo, y la batalla a lo interno del Partido Revolucionario Democrático (PRD) está declarada, en lo que se vaticina será un enfrentamiento candente.
Ya el camino hacia el domingo 15 de mayo está trazado, en medio de la disputa entre diversas corrientes del gobernante PRD para hacerse el poder y así lograr control del colectivo para las elecciones de mayo de 2024.
Unos 1,400 delegados serán los encargados de definir quienes dirigirán al partido fundado por Omar Torrijos Herrera por los próximos cinco años, período en el que se han de celebrar las primarias para escoger a los candidatos a los distintos puestos de elección popular.
Ya el camino hacia el domingo 15 de mayo está trazado, en medio de la disputa entre diversas corrientes del PRD para hacerse el poder y así lograr control del colectivo para las elecciones de mayo de 2024.
Unos 1,400 delegados serán los encargados de definir quienes dirigirán al partido fundado por Omar Torrijos por los próximos cinco años, período en el que se han de celebrar las primarias para escoger a los candidatos a los distintos puestos de elección.
Caras conocidas se disputan esos puestos, cada uno con su recorrido y carrera política a lo interno del PRD, por lo cual apuestan al respaldo de los delegados.
La presidencia del PRD se la disputan dos actuales miembros del CEN, siendo ellos el diputado Benicio Robinson y la exministra de Salud Rosario Turner, mientras que la secretaría general estará peleada entre el vicepresidente de la República José Gabriel Carrizo y el exdiputado Pedro Miguel González.
Los vaticinios políticos apuestan a que la línea que procede del Órgano Ejecutivo en alianza con el Legislativo será la vencedora, a pesar de quienes apuestan a que podría haber ese voto ideológico o de línea dura que prevalezca.
En ese sentido, el analista político, Jaime Porcell, considera que el PRD en ese congreso se está jugando realmente su vigencia.
Por su parte, el especialista en Ciencias Políticas, Richard Morales señala que “lo que marca la disputa no es solo la lucha por el control del partido sino también el control de los recursos que va a tener el colectivo para las elecciones del 2024. Es la pugna en función de los cargos que logren en esa dirección van a tener mayor acceso a esos recursos”.